Para muchas personas "divertirse" dejó de ser un entretenerse con algún buen pasatiempo, para pasar a "desviarse" de lo sano o hasta de lo correcto (no uso la palabra "normal" porque ahora normal es lo que hace la mayoría, aunque sea insano o incorrecto para la ética más elemental).
Así las cosas, ¡ divirtámonos hasta matar o morir !
Y no es una frase vacía. Está llena de hechos concretos en las crónicas policiales o en las ocultas crónicas familiares.
"Divirtiéndose" la gente acaba destruyendo sus posibilidades, sus ilusiones, sus mejores derechos (que no valoran, por supuesto), y hasta sus vidas.
Y no importaría tanto si sólo lo hicieran con ellos mismos. Lo peor es que se lo hacen a otros, sus familias o extraños, que acaban siendo sus víctimas.
Pero eso sí, ¡siempre la responsabilidad será de otros! Ni para eso sirven estos "divertidos", ni para asumir las consecuencias de sus actos.


















































