Si eres un ciudadano común y corriente, de los decentes, pareciera que te has quedado sin ningún derecho.
Me equivoqué. Sí te queda un derecho, además irrevocable. El "derecho" a ser siempre la víctima.
Víctima de la justicia y víctima de los delincuentes. Es como si te arrinconaran contra una pared, sin una salida posible.
O sea que la justicia puede ser injusta y el delincuente puede atacar. Son sus "derechos".
¿El tuyo? Sufrirlos a ambos. Y no se te ocurra defenderte porque la pasarás muy mal. Yo no quiero ese derecho!!
Si te atacan con un cuchillo para robarte y -de paso- matarte, tú no puedes usar una pistola (aunque la sepas usar y la portes legalmente). ¿Por qué? Porque "pobrecito delincuente", está "en inferioridad de condiciones para defenderse de ti".
La llaman justicia. Es el fin del mundo.
1 comentario:
Gracias por la visita.
¡Suerte con tu blog!!
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