miércoles, 29 de febrero de 2012

POBREZA. POBREZA DE DINERO.

Es esta clase de pobreza la que surge en nuestra mente cuando pensamos en pobreza.
Será porque la pobreza económica resulta siempre visible y apabullante para quien la padece y para quien la observa.
Porque esta pobreza impide satisfacer necesidades y derechos básicos. Es tremendo que por esta pobreza no se pueda uno educar, curar, pagar los costos de servicios elementales o, incluso, no se pueda conseguir el alimento necesario.
Es cruel. Y lo más cruel es que suele nacer de la injusticia, del abuso de unos sobre otros, de no dar a la persona lo que su trabajo merece, o de la injusticia de no hacer llegar las oportunidades de desarrollo a todos.
 Digo "suele nacer" porque también puede nacer de otros factores, como la grave irresponsabilidad personal o las limitaciones físicas o psicológicas.
Y los resultados sociales finales son su aprovechamiento por extremistas que azuzan a la violencia como si fuera la solución de problemas, el clientelismo político que confunde solucionar con aprovechar, y la indolencia de quienes  -por no saber qué hacer o cómo hacerlo-  se quedan como espectadores y expectadores de este drama social.
¿En qué lugar me coloco yo?
Continuará.

miércoles, 22 de febrero de 2012

OBSERVANDO LA VIDA 36.

miércoles, 15 de febrero de 2012

DARWIN.

miércoles, 8 de febrero de 2012

OBSERVANDO LA VIDA 35.

viernes, 3 de febrero de 2012

COMIDA PERUANA.

A propósito de unos comentarios sobre comida peruana, hechos por un peruano en España.
Tener sus gustos, puede. Ser de mala digestión, es su problema. Ignorar la variedad de comidas peruanas, es su ignorancia.
Pero NO puede pontificar sobre SU gusto, SU mala digestión, ni SU ignorancia. Y, peor, en el extranjero. Cualquier persona que haya conocido la comida peruana lo puede desmentir.

Hacer lo que ha hecho, cuando menos es de mala entraña.
Creo que mejor lo ignoramos para no ayudarlo a hacerse un nombre.

miércoles, 1 de febrero de 2012

VIDA EN EL TELEVISOR.

Pareciera que antes uno podía tener vida en muchas áreas, el trabajar, la vida familiar, el estudiar, el dinero o -incluso- "vida en el espíritu", aunque, claro, esto último era para los "aburridos".
Pero hoy la vida está en el televisor.
El otro día llamaron a casa del servicio de tv por cable. Se trataba de una "oferta extraordinaria", concedida a quienes tienen un record como pagadores puntuales. Algo así como un premio.
Me decían (casi textualmente) : "Ahora la familia podrá llegar a casa en la noche, a la hora que sea, y sentarse a ver todas las series y películas imaginables".
O sea, la máxima dicha, casi el paraíso terrenal en nuestras manos, por un módico incremento en el pago mensual.
La familia  -se supone- no puede tener nada mejor que hacer al reunirse al final del día que ponerse frente al televisor, tótem del hogar.
Me gusta mirar algo, me puede gustar ver películas, pero mi vida va más allá.
Espero que la tuya también.