Es verdad que a veces las personas o la vida nos hieren, como las espinas.
Y es prudente cuidarse de las espinas, de las de verdad y de las simbólicas. No sólo prudente, sino justo y necesario.
Pero no quisiera llegar al extremo de ponerme a buscar la espina cuando recibo una rosa.
¿Para qué hacerlo?, ¿cuál es la utilidad de hacerlo?
Ayudémonos para ser capaces de apreciar lo noble, lo bello, lo útil de todo lo que en la vida se nos ofrece.
Hacer lo contrario sólo desanima, a nosotros mismos y a los demás.
¿No te parece?
2 comentarios:
Gracias Martha por el comentario porque acabo de darme cuenta que soy del "grupo buscaespinas".
Me propongo comenzar a mirar lo bueno, lo bello y lo útil de todo lo que recibo, por pequeño que sea. Y a dejar de darle tanta importancia a las espinas.
Muchas gracias nuevamente.
A.J.E.
Muchas gracias por visitar mi blog.
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