miércoles, 19 de septiembre de 2012

PAZ . PERDÓN .


Todos los días escucho a alguien diciendo que para tener paz se necesita del perdón.
Creo, sinceramente, que con esa prédica nunca conseguiremos paz.
¿Por qué? Porque pedir que unos perdonen para que haya paz es una verdad a medias.
No pienso que la paz venga del perdón. Tal vez sí esa paz interior, esa de la que gozan las personas que viven en plenitud de santidad.   La paz de quien es capaz de regalar perdón aún a quien daña y quiere seguir dañando.
Pero no la paz social, ni la paz interpersonal, ni la paz mundial.
Pienso que la paz viene de la justicia,  esa justicia que hace que el que hirió o dañó se arrepienta, se rectifique y -después-  pida ser perdonado.
Sólo en esas circunstancias la paz podrá ser el resultado del perdón.  Del perdón al que  rectificó y solicita ser perdonado.
¿Tal vez es pedir mucho?
¡Pues nunca habrá paz en el mundo, no paz digna, no paz real!

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