Tenemos una enemiga dentro de nosotros : la vanidad. Enemiga porque nos separa de Dios y de los otros.
Para mí, vanidad es orgullo vano, sin fundamento valedero y sin proyección, porque no ayuda a crecer sino a estancarse.
Y no sólo hablemos de la tonta vanidad material (fuerza, dinero, belleza, ...) sino de la espiritual. Santa Teresa recomendaba cuidarse mucho de ésta, que se disfraza de falsa humildad.
Nos enseñaba a no alborotarnos interiormente creyéndonos buenos, ni tampoco llegar al exceso de creernos lo peor.
Si estás obrando bien, alégrate, sin tocar campanas.
Si te crees ruin busca remedio, sin desesperaciones.
Decía santa Teresa "el verdadero humilde siempre anda dudoso de sus virtudes propias y, por lo general, le parecen más ciertas y de más valor las que ve en los prójimos."
2 comentarios:
Gracias por invitarme a ver su blog, llevo aquí unos minutos y me parece excepcional, me da gusto encontrarme con blogs como este.
Está muy buena esta serie que está escribiendo, voy a leer todas la partes. Creo que la mayor parte del tiempo nos sentimos buenos y perfectos, no nos gusta cambiar nuestros hábitos. Lo que hoy me lleva a reflexionar que la única manera de conocerme y cambiar es observándome. Me ha costado trabajo y esfuerzo sobre todo porque al practicarlo mi mente se distrae con facilidad, pero hay que seguir por que crecer y madurar es una decisión personal.
La felicito y también la invito a leer algo de mi pensar en mi blog llamado "Evoluciona o Muere", en mi perfil aparece con el nombre de "conquistar amor" solo por este mes debido a razones de mi asistente de posicionamiento, puede llegar fácilmente a el por cualquiera de mis otros blogs.
Saludos...
Gracias por su opinión.
Ya lo visité y lo encuentro muy estimulante.
Me agrada ver que algunos blogs llevan mensaje y deseos de ayudar a los demás.
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