A los hijos se les grita para que no griten.
Se les pega para que no peguen.
Se les amenaza para que sean amables.
Les recomendamos vivir con orden y paz pero cada actividad escolar o casera está plena de ruidos y movimientos desordenados y excesivos.
Queremos que se proyecten como profesionales al servicio de la sociedad, pero sólo vivimos para admirar a vedettes, futbolistas, artistas.
Esperamos que sean gente con la fortaleza que da la fe pero deben crecer viviendo con padres descreídos y no practicantes.
¡ Y nos sorprendemos de la nueva generación !
1 comentario:
Triste pero real.
Matías.
Publicar un comentario