Con este asunto de "tu verdad" y "mi verdad", todos y nadie tienen la razón. Y la palabra pluralidad sale muy maltratada. Y esa situación equivale al caos. Especialmente cuando queremos tratar de la Verdad. Porque si hablamos de gustos, no importa si a mí me gusta el verde y a ti el azul. Cada uno tiene su "verdad" en cuanto a gustos, que no es verdad, sino preferencia. Pero de las preferencias se ha pasado a la "pluralidad de criterio", donde cada uno fija lo que es válido / verdadero para cualquier tema vital. Y se llega a extremos absurdos, como que cada quien decida lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto, lo necesario o lo opcional. Podrá haber muchos gustos y muchas conveniencias, pero no muchas verdades. Es el resultado de erigirnos en dioses y rechazar a Dios. Cada quien parece sentirse muy satisfecho con SU verdad, pero ¿hasta dónde se podrá vivir en relativa paz así?
Cualquier evento provoca una reacción o una serie de reacciones. Esto ocurre en el campo natural y en el campo de las relaciones humanas. Incluso la indiferencia ante un evento es una manera de reaccionar. Todos aceptamos ese hecho. Pero, en lo psicológico, cuando una reacción no gusta se suele hablar de sobrereacción. Se dice así a una reacción pero desmedida, excesiva, injusta. (Claro que, en ocasiones, las reacciones pueden no conjugar con las situaciones objetivas que las provocaron, no estamos hablando de eso). He observado que tal calificativo a una reacción ocurre más porque el "provocador" esperaba la pasividad de parte del "provocado", no tanto porque sea una reacción desproporcionada. Pero quien provoca debe saber que recibirá una consecuencia y que las consecuencias pueden no gustarle o no convenirle, pero son lógicas y naturales. Autodefenderse acusando a los otros de "sobrereaccionar", por lo general, es una muy mala excusa, excusa de quien se sabe no sólo causante sino culpable de lo que ha provocado.
"Vivo en un mundo donde es chistoso burlarse del Papa, pero pecado mortal
burlarse de un homosexual (y además ser tachado de paso como mocho, intolerante,
fascista, derechista y nazi)."
Medio mundo de parejas se separa. Los verdaderamente casados y los arrejuntados (ver diccionario). ¿Por qué será? Creo que es porque no razonaron, porque sólo se ilusionaron o se dejaron arrastrar a un "noviazgo" en el que el foco fue la relación sexual-genital (completa o parcial). ¡Así cualquiera construye su propia ruina! Irreflexión . "Peor es nada", todos se casan, se me pasa la edad, me simpatiza, está guapito/a, dice que me quiere, es una persona divertida, me conviene. Pura ilusión, pura superficialidad. Pasión. Me gusta, me apetece, me excita, nos llevamos bien en la cama, me acostumbré a él/ella. Puro descontrol sexual. El noviazgo necesita ser una fase donde lo sexual-genital no sea el punto de encuentro, donde el verse, conocerse, analizar y analizarse, sean lo básico. Prácticamente cualquier cuerpo puede excitar a otro cuerpo. Pero no cualquier alma puede enamorar a otra alma. La vida de casados no se vive en el dormitorio. Sobrellevar y amar al otro exige que se le valore y respete profundamente. ¿Que así no se casa o arrejunta nadie? No conozco ningún soltero que sufra por serlo. De los otros ... conozco cientos, podría decir miles.
Sin ideas no seríamos personas. Pero sin realismo tampoco somos personas. En todo caso, cada área -ideas y realidades- tiene su campo de aplicación beneficioso. El realismo es indispensable para vivir en el tiempo y en el espacio. Reconocer, entender y aceptar la realidad presente nos ayuda a ubicarnos. Si sólo puedo criar a un hijo, pues sólo tengo uno, y no tres, abandonados y sufrientes. Si vivo en un espacio que no me permite tener mascotas, pues no las tengo y no perturbo a los vecinos con los ladridos y los excrementos de mi amado perrito. Si mi presupuesto da para una compra de ropa al año, pues compro una sola vez al año y no me endeudo. La lista es larga. Y los beneficios también. Y si mi realidad me molesta, veré cómo la modifico, pero sabiendo que sólo con ideas y sin acciones concretas no modifico nada.
Soy Psicóloga Profesional y Bachiller en Letras y Humanidades.
Me gradué en la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Con amplia experiencia laboral en orientación, consejo y asesoría psicológicas.
Máster Profesional en Asesoramiento,Evaluación e Intervención Psicoeducativa, en Problemas de Conducta y Dificultades de Aprendizaje.
Diplomada en Terapia de Juego.
Especializada en Administración de Personal y Relaciones Laborales (ESAN).
Especialista en el Perú del Grupo ALBOR-COHS de España en el diagnóstico y tratamiento de trastornos por déficit de atención.
He sido profesora en la Pontificia Universidad Católica del Perú, Programa de Psicología.
Con amplia experiencia en comunicación radial: producción y conducción.