domingo, 5 de septiembre de 2010

FÍJATE EN TUS ASPIRACIONES, NO EN TUS RENCORES.

¿Haz sido herido, maltratado? ¿Quién no?
¿Que duele? ¡Duele!
¿Que provoca en nosotros resentimiento? ¡Claro que sí!
De nosotros depende si nos focalizamos en esos resentimientos.
La experiencia nos muestra que hacerlo así sólo nos causa más motivos de sufrimiento.
La otra opción, la de mirar para adelante y ofrecer a Dios las heridas (por ti mismo/a,  si quieres) resulta mucho más eficiente. (Ofrecerlo no impide que -cuando sea posible- hagamos lo que tengamos que hacer para evitar aquello que nos duele).
Es eficiente porque libera del dolor, deja la mente y el corazón libres para progresar y te hace una persona experimentada pero no amargada.
¿No lo cres así?

3 comentarios:

Marianne dijo...

Martha,no solo lo creo así sino que me parece la única forma de crecer,avanzar,también aprender a no equivocarnos.Pero siempre mirando para adelante pensando en Dios,en los que queremos y nos quieren.Un abrazo

MARCRISPA dijo...

Yo no le pondría 'rencores' sino más bien frustraciones, fracasos...
Tú lo has puesto, y lo respeto, panificar para el futuro pero sin dejar de tener conciencia de los fracasos que duelen, pero como bien dices, si se los tienen en cuenta sirven para crecer y ser más y mejores...y también pueden aplacar el dolor de los tropiezos.

fraterno abrazo

Anónimo dijo...

Creo que uno sí tendría que liberar su mente no sólo de rencores, sino también de avaricia, y cualquier otro pensamiento impuro si uno está pensando llegar a algún lugar en su vida.

Liberada su mente de esos pensamientos, podrá razonar.