domingo, 4 de agosto de 2019

GRACIA SORPRENDENTE




¡Asombrosa gracia! ¡Cuán dulce es su melodía,
que salvó a un infeliz como yo!
Estaba perdido, pero ahora he encontrado el camino,
estaba ciego, pero ahora veo.
La gracia enseñó a mi corazón el verdadero temor,
y la gracia alivió mis miedos;
esa misma gracia  hizo que parecería maravillosa
la hora en que creí por primera vez.
Hemos superado muchos peligros,
fatigas y trampas;
y fue esa gracia la que me salvó,
la que me trajo a casa.
El Señor me prometió el bien,
Su palabra garantiza mi esperanza,
Él será mi escudo y mi riqueza,
mientras me dure la vida.
Y cuando esta carne y corazón desfallezcan,
y la vida mortal termine,
Poseeré finalmente
la vida de alegría y paz
Un día la tierra se disolverá como la nieve,
y el sol dejará dejará de brillar,
Pero Dios, que me llamó,
entonces será mío para siempre.

— John Newton, 1779

1 comentario:

Anónimo dijo...

Andrea Bocelli la cantó en el Vaticano ante Francisco hace unos 6 años.