miércoles, 6 de abril de 2011

MANDONEAR y MANGONEAR

¿Dos problemas en el Perú?, ¡no!, lo son en cualquier lugar del mundo.
Mandonear es aprovechar la autoridad para usarla como un mando excesivo y abusivo.
Mangonear es el mando despótico orientado a los aprovechamientos y negociados ilícitos.
Uno trae al otro.

Quien tiene autoridad debe ejercerla. Pero ¿abuso es autoridad?, ¿el mando debe concluir en faenas de robo público?
¿Por qué lo permitimos?
Nunca, pero nunca jamás, lograré entender que los pueblos lo toleren y -a veces- hasta lo propicien.  No lo puedo entender ni en aquellas personas más débiles o más ignorantes.
El ser humano, cualquier ser humano, debería ser capaz de ejercer un juicio moral elemental, que le hiciera reconocer y rechazar lo malo.Si no ¿qué tiene de humano?
Pero no parece ser así, ni en mi país ni en el mundo. Por lo menos no en las grandes mayorías.
¡Cómo hace falta permitirle al Espíritu Santo guiarnos en el mundo!
Sin su guía sólo queda la guía del maligno.
Y -entonces-  se actúa como los cerdos del evangelio arrojándose al precipicio.
Así estamos.

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