Acepto que el número cuenta, es cierto que la cantidad importa. Es real que nos hemos acostumbrado a interpretar lo "normal" en función cuantitativa. Por ejemplo, en un grupo de delincuentes lo "normal" es delinquir.
Pero, pensando así, se llega a perder la noción de "normal" como lo adaptado, lo conveniente para todos, lo más cercano a lo mejor.
Y , entonces, toda clase de conducta inconveniente, tanto para el ejecutor como para los demás, pasa a ser "normal". Y -no conformes con éso- como son muchos, empiezan a creerse superiores, mejores, modelos a imitar.
¿Y qué hacemos los demás?
No basta con lamentarse, hay que aclarar las cosas. ¿No crees?
1 comentario:
Esta es una opinión muy acertada.
Gracias por darla.
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