miércoles, 14 de marzo de 2012

POBREZA. POBRES DE MORALIDAD.

Aquí las estadísticas saltarían de cualquier cuadro. Pero como esas estadísticas serían difíciles de hacer, no pasa nada.
Cuando los seres humanos creen ser sólo cuerpos, deseos o caprichos, ropas, comida, dinero para gastar más allá del uso lógico, caen en la pobreza moral.
Sin pensamientos nobles, sin virtudes cultivadas, sin emociones reguladas, sin sentimientos educados, sin control en la conducta, sin Dios a quien amar y respetar, ¿qué podríamos esperar?
Y, sin embargo, a esta pobreza muchos la llaman progreso y superación.
Estos pobres son como espantajos, pero  bien camuflados, porque su tipo de pobreza los dejó verdaderamente carentes de integridad real.
Ser falsos es parte de su verdadera identidad.  Irónico ¿no?

Claro que sólo el Señor es el juez de todos y sólo Él conoce los corazones. Pero a nosotros nos mandó estar atentos para conocerlos por sus frutos.  Por algo lo hizo.
Continuará.

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