lunes, 8 de agosto de 2011

CAMBIAR DE LA NOCHE A LA MAÑANA.

Comienzo planteando que, por profesión, creo en las posibilidades de cambio, tras un proceso de modificar pensamientos, valores, reacciones emocionales y hábitos de conducta. En eso trabajo.
Es absolutamente posible, como fruto de un trabajo planificado, que necesita  el deseo del involucrado.
Y, de la misma forma, planteo que no existe el "cambio de tipo mágico".  Al menos no sin la intervención divina directa.
Esta es una prudente advertencia para todos aquellos, de todo sexo, edad y experiencia, que gustan de engañarse a sí mismos dando por sentado que la gente cambia prodigiosamente de la noche a la mañana.
La persona "en cambio" necesita expresar, abierta y directamente, la siguiente suma   :
- su deseo y voluntad de cambio +
- un cambio en las ideas expresadas +
- un reconocimiento del nivel y estilo de sus errores previos +
- muestras vivenciales (no verbales) de mejores valores +
- diferentes muestras de conducta diaria (muestras repetidas una y otra y otra vez) +
- rectificación notoria de rrores cometidos.
Creer que se cambia sin esas señales es solo un sueño malo,  malo por las consecuencias que tendrá para el crédulo y para los demás también.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La persona cambia por deseo de sí misma y con ayuda de las demás.

Martha Sialer Chaparro dijo...

Cierto.
El deseo de mejorar es lo primero. Todo lo demás ya es más fácil con ese empeño propio.