viernes, 30 de octubre de 2009

MAL POR BIEN

Ahora estaba pensando en los casos contrarios a los mencionados en la entrada anterior.
Porque también ocurre que las personas denominan con términos intencionadamente peyorativos lo que no es -en verdad- despreciable.
Al honesto le dicen "quedado".
Al veraz, "ingenuo".
Al autocontrolado, "reprimido".
Y aquí la lista también podría ser interminable.
Francamente, ahora no sé cómo darle una interpretación optimista a este afán de llamar mal al bien.
¿Será una forma de compensación? ¿Si yo no estoy bien, tú tampoco puedes estar bien?  ¿Será?

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